LIBROS PARA EDUCAR EN VALORES: Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso

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LIBROS PARA EDUCAR EN VALORES: Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso

Educar en valores. Libros para trabajar... | Educar las emociones. Libros para trabajar el... | frustación | importancia de la actitud | Viorst, Judith
Como todos los lunes toca recomendación literaria y el libro hoy elegido, que ha vendido más de dos millones de ejemplares, viene firmado por la prestigiosa autora de libros infantiles Judith Viorst, su título: Alexander y el terrible, horrible, pésimo, espantoso día.

 

 

Que todos los días nos son maravillosos es una realidad perfectamente asumible. Es más hay muchos días que uno preferiría no haberse levantado de la cama. Cuando uno es adulto entiende esto sin problema y si no es un pesimista acérrimo pensará que ya vendrán tiempos mejores. Pero, ¿qué pasa cuando uno es niño? ¿qué pasa con el sentimiento de frustración que uno siente cuando ve que todo le sale mal? El libro que hoy trata este tema: la frustación de un niño ante un mal día.

 

 

La historia de Alexander comienza así:

 

Me fui a dormir con un chicle en mi boca 
y ahora hay chicle en mi
pelo, 
y cuando salté de la cama esta mañana pisé el patín
 y por
equivocación tiré mi saco en el lavadero 
cuando el agua estaba
corriendo. 
 
 Podría decir que este va a ser un día terrible, 
horrible,
nada bueno y muy malo. 

 

Pero como las malas experiencias no vienen solas aquí no acaba su relato sino que vamos a escuchar todas las desgracias que le pueden pasar a un niño de seis años en un día normal.

 

 

Al chicle se le sumaron mil desgracias: no tuvo recompensa en los cereales de su desayuno; nadie le dejó sentarse en la ventanilla cuando iban camino del colegio y en la escuela tampoco le fue demasiado bien pues la señora Dickens prefirió el dibujo de Paul al suyo y eso que había dibujado un castillo invisible; cuando cantaron le dijo que lo hacía demasiado alto y encima contando se salto el número dieciséis. No nos extraña que Alejandro lo calificara su día como:

 

Podría decir que este va a ser un día terrible, 
horrible, nada bueno y muy malo.

 

Y que decir de su amigo que le había relegado a la tercera posición en eso de ser el mejor amigo; de su mamá que se olvidó poner el postre o del dentista que en su visita después del colegio le dijo solamente a él que tenía una carie. Por no hablar del ascensor, de cuando se cayó en el barro y todos se rieron de él, de las judías blancas que había para comer o del pijama a rayas.
 

 

Pero nuestro querido Alexander ante tanto padecimiento, ante un día calificado como un día terrible,  horrible, nada bueno y muy malo tiene una solución: se irá a vivir a Australia.

 

Pero al final del libro Alexander nos deja una lección, se la ha dicho su madre y no le falta razón: en Australia también hay días malos.

 

Ha sido un día terrible, horrible, nada bueno y muy malo.
Mi madre dice que algunos días son así. 
Aun en Australia.

 

Un estupendo libro que nos presenta una situación absolutamente común, que van a vivir, si no la han vivido ya, todos los niños. Por ello se sentirán perfectamente identificados, se reirán con la historia y con las continuas lamentaciones de Alexander pero también sentirán que cuando a ellos les sucede, no están solos.  Todo el mundo tiene malos días, aunque viva en Australia, en China o en Madrid y lo que hay que hacer es intentar que estos malos días no nos frusten ya que son puntuales y seguro que después de un terrible, horrible, nada bueno y muy mal día llega uno mucho mejor. Enseñémosles que el sentimiento de frustación que se siente tras tantos pequeños fracasos es puntual y que probablemente mañana desaparezca, aunque eso si tal vez tengamos que ayudarle un poco con nuestra actitud.

 

Un libro que nos muestra el escenario perfecto para abrir el debate y que sean ellos quienes cuenten sus experiencias en los malos días y hablen de cómo lo intentan solucionar. Pero un libro que además les divertirá mucho y probablemente su recurrente frase se convierta en una de sus coletillas preferidas.

 

Destacar además las estupendas y expresivas ilustraciones de Ray Cruz realizadas a lápiz, en blanco y negro como los malos días y que como en los buenos álbumes ilustrados nos comentan la historia.

 

El libro fue publicado hace de más de cuarenta años, concretamente en 1972 y figuraos el éxito que ha tenido que además de los dos millones de ejemplares vendidos, sus múltiples traducciones y  sus dos secuelas de las que arriba os dejamos la imagen,  sus derechos fueron comprados por Disney para llevarlo al cine. En esa andan desde el 2010. Se espera que estrenen la película a finales de año, de ahí que por la red ya ande el video promocional.

Mañana volvemos con La mejor animación. Mientras eso llega si quieres leer sobre más libros que hemos recomendado, pinchad en los siguiente enlaces.

 

 

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