Mi madre solía decir que uno debía tener mucho cuidado a la hora de poner nombres a los hijos pues si el nombre tenía demasiada entidad podía perjudicar o, al menos, condicionar seriamente al niño. Por eso mi hermana y yo nos llamamos María y Ana, nombres para ella bonitos pero que no iban a pesar sobre nosotras como una losa.

Esto no fue lo que debieron pensar los padres de Perfecta Nueno la protagonista de nuestro libro. De bebé su nombre le iba perfecto pero con el paso de los años…

Hola a todo el mundo, me llano Perfecta Nueno.

[…]

Dicen que cuando era niña, tanto de cara 

como de espalda, despierta o dormida, riendo

o llorando, les parecía perfecta.

Pero a medida que fui creciendo […]

Por ello Perfecta quiere seguir siendo lo que es, una niña imperfecta que se enfada, que no siempre saca las mejores notas en el colegio y que no cae bien a todo el mundo.

Un libro precioso que sigue la estela de Soy feliz, no me preocupo en donde Jimmy Liao vuelve a sorprendernos con su temática y su talento gráfico, perfecto para leerlo a ratitos y disfrutar de las reflexiones geniales que en boca de Perfecta Nueno nos deja llenas de ternura, de humor, de ironía, de verdad… Unas reflexiones que os darán mil excusas para disfrutar vosotros, para sonreír, para discrepar, para asentir, para negar… y para reflexionar con vuestros  chavales sobre esa búsqueda tan érronea e inalcanzable de perfección que nos marca la sociedad y que nosotros padres, profes, guías… muchas veces tenemos que hacer un esfuerzo grande para no buscarla o al menos soñarla.

Prácticamente todas las ilustraciones del libro son caras que acompañan a una frase de presentación y un comentario más extenso en primera persona dedicado a todos…

los niños y adultos que han dejado de buscar un mundo perfecto.

Os dejo algunas.