ARTE PARA NIÑOS: Las marionetas de Paul Klee
30 propuestas para acercar el arte del s. XX a los niños | Arte para niños | descubrir el arte | Klee (Paul).
Es curioso, en el caso de las artes plásticas o de la música, mi pasión por los temas es en muchos casos directamente proporcional a lo que tardo en escribir sobre ellos. No es que escriba sobre lo que no me gusta, ni muchísimo menos. Tengo la suerte de tener este pequeño rinconcito llamado RZ100arte, en el que hasta el momento, y que nos dure mucho, nos servimos únicamente de nuestro criterio e intereses a la hora de elaborar la programación.
Pero hay temas, autores que mi respeto y mi venaración hacia ellos es tal, quiero contar tantas cosas sobre ellos, acercárselos a nuestros chavales de mil maneras distintas -probablemente por lo mucho que han influido en mi vida- que al final nunca escribo o si lo hago como en el caso de Monet o Matisse necesito mucho tiempo. Podría citaros bastantes nombres con los que esto me pasa, mis deudas pendientes con vosotros: John Cage, Marc Rothko, Cézanne… y por supuesto Paul Klee.
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Hoy, aunque no voy a saldar mi deuda con vosotros, voy a disfrutar como una niña acercándoos una pequeñísima y deliciosa parte de la obra de Paul Klee, este artista suizo educado en Alemania, maestro indiscutible del color y pieza clave en el arte del s. XX tanto por su obra como por su labor docente en la Bauhaus, y en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf. Hoy vamos a ver sus títeres, sus marionetas en las que se reflejan perfectamente los rasgos estilísticos de una obra pictórica que avanzó desde el expresionismo, pasando por la abstracción geométrica de la Bauhaus, hasta el surrealismo dando lugar a un universo muy personal lleno de elementos fantásticos.
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Construidos entre 1916- 1925 todos los títeres de Paul Klee están realizados con materiales reutilizados de lo más diverso que encontraba en su estudio y en los alrededores de su casa como huesos, enchufes, cepillos, cáscaras de nuez… y retales del costurero de su mujer. El barbero de Bagdad, El Esquimal con canas, El señor muerte, Espíritu eléctrico, Payaso de grandes orejas o el El fantasma de la caja de cerillas son algunos de los treinta ejempos que han llegado hasta nuestros días. El resto, parece que debió crear en torno a 50, se perdieron en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y en todos ellos vemos como Klee jugó con los estilos artísticos de su época como el assemblage dadaísta, la abstracción geométrica, o los collages cubistas.
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Se me olvidaba el destinario de tan maravilloso regalo fue su hijo Felix que quería tener su propio muñeco de Kasperl, como aquel que había visto en Munich.
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Espero que os guste y os sirva. Si os fijáis bien en este pre-Halloween que estamos, los ejemplos que hay son soberbios.