ARTE PARA NIÑOS: Rotorelieves, las ilusiones ópticas de Marcel Duchamp
30 propuestas para acercar el arte del s. XX a los niños | Arte para niños | ARTES PLÁSTICAS | Duchamp (Marcel) | Ilusiones ópticas | Las artes plásticas del s. XX al alcance de los más pequeñosCabeza Reversible con Cesto de Fruta, Giuseppe Arcimboldo
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Las ilusiones ópticas son percepciones visuales que no se ajustan a la realidad del mundo que nos rodea y que ponen de manifiesto que nuestros ojos no son cámaras de vídeo que graban todo lo que ocurre, sino que nuestro cerebro interpreta y reelabora la información que nos proporcionan nuestros sentidos. A lo largo de la historia del arte tenemos muchos y variados ejemplos de artistas interesados en estos juegos ópticos. Desde Giuseppe Arcimboldo que con cuadros como Cabeza Reversible con Cesto de Fruta o Retrato con verduras engaña al ojo con el incansable ejercicio de construir y destruir una imagen en favor de otra hasta, como no mencionarlo, el op art (arte óptico) todo un movimiento que surge en EE.UU en 1958 y cuyas piezas están creadas únicamente a partir de fenómenos puramente ópticos que provocan sensaciones de movimiento en una superficie bidimensional invitando al espectador a colaborar de manera activa para intentar captar el efecto óptico allí pintado. Un movimiento del que hablaré y os mostraré ejemplos para realizar con vuestros chavales la próxima semana.
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Arte óptico creado por Bridget Riley
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Hoy quiero mostraros el que muchos consideramos uno de los intentos más hipnóticos de cautivar el ojo del espectador por medio de ilusiones ópticas. Ni más ni menos que los rotorelieves de Marcel Duchamp, esas espirales psicodélicas impresas sobre discos de cartón que colocadas en un aparato muy similar al gramófono, que las hacía girar a 33 revoluciones por minuto, engañaban al ojo haciendo creer que una superficie abstracta y bidimensional producía una inquietante sensación de profundidad propia de 3D. Una sensación que aumentaba si el espectador las contemplaba únicamente con un ojo.
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Unas imágenes, concretamente diez de ellas, que fueron inicialmente creadas para el corto experimental Anémic Cinéma realizado en en 1926 por Marcel Duchamp en colaboración con Man Ray y Marc Allegret y cuya primera edición intentaría ser vendida por el propio Duchamp en el Concours Lépine, una exposición anual de artilugios creados por ‘pequeños inventores’. El resultado de la comercialización de los rotorelieves fue un auténtico fracaso. No se vendió uno solo. Aunque eso sí en épocas posteriores se siguieron haciendo ediciones. Las reproducciones que pongo al final de este post para realizar la actividad con los chavales están fechadas en 1965.
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CREAMOS NUESTRO PROPIO ROTORELIEVE
Pues bien, lo que hoy os propongo es una actividad que realicé con niños de 6 a 10 años en el último taller que impartí sobre Marcel Duchamp en el que, entre otros temas, para hablarles sobre las investigaciones ópticas llevadas a cabo por Duchamp a partir de 1925 decidí crear nuestros propios rotorelieves. La premisa era clara: debido a la edad de los chavales tenía que hacerlo de una manera sencilla y en la clase en la que no íbamos a disponer de ningún aparato, tipo gramófono, que nos permitiera mover los discos. Tras darle alguna que otra vuelta pensé que la mejor manera de poner los rotorelieves en movimiento y así percibir la sensación de profundidad hipnótica que Duchamp quería mostrar a partir de una superficie bidimensional era moverlas como si fuesen peonzas realizadas con cd y cánicas. El éxito fue enorme.
Para hacerlo solo necesitáis
- Un cd que no queráis volver a usar
- una cánica
- cola, tijeras
- imprimir cualquiera de las imágenes de los rotorelieves que pongo a continuación
Y seguir estos pasos:
- Recortar la imagen circular del rotorelieve y pegarla en el cd.
- Una vez pegado recortar de la imagen del rotorelieve pegada el trocito que ocupa el agujero del centro del cd pues es ahí donde debéis colocar la canica.
- Impulsarlo con la mano como si de una peonza se tratase para que este de vueltas.
Por supuesto, si tenéis tiempo y queréis seguir investigando el siguiente paso sería analizar las imágenes de Duchamp para que ellos mismos creen la suya y hagan su propia ilusión óptica.
El éxito de una actividad tan sencilla fue enorme y estoy segura que difícilmente se les olvidará a estos niños que es una ilusión óptica.
Espero que os haya gustado y os sirva.
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