MÚSICA CLÁSICA PARA NIÑOS: Carnaval de los animales de Saint Saëns (2º parte)
40 obras de música clásica que todo niño debería conocer | Carnaval de los animales | MÚSICA CLÁSICA PARA NIÑOS | Obras de música clásica que todo niño debería conocer | Saint Saëns, Camille
Seguimos contándoos que pasa en ese Carnaval de los animales. Fantasía Zoológica, escrito por Camille Saint Saëns en 1886, que ayer comenzábamos explicar. Para aquellos que no hayan leído la primera parte pinchando aquí iréis directamente a ella.
Para los que ayer estuvistéis con nosotros únicamente recordaros que estamos ante sátira musical escrita por este compositor francés del Romanticismo para un Martes de Carnaval y que en ella se mofa de contemporáneos suyos, de actitudes o de los roles que se les pone a los diferentes instrumentos e instrumentistas. También debemos recordar que aunque la obra dura unos veinte minutos, no la tenemos que entender como algo continuo, sino que Saint Saëns creo 14 piezas independientes que tenían por hilo conductor esos animales que estaban representados en cada una.
Pues bien recordado todo esto, continuamos a partir de la número ocho.
8. Personajes de largas orejas. Con este título ¿quienes serán? Sí, sí, los burros y el instrumento que lo va a representar… horrorrrr… EL VIOLÍN. Esto si que es mofarse del más lindo y virtuoso de cuentos instrumentos hay en la orquesta, según los violinistas, claro. Pero hay están interpretando sus rebuznos mientras el resto de la cuerda, agobiada, los sostiene con notas tenidas.
9. Un cuco en el fondo del bosque. Una pieza preciosa, pura poesía. Nos la interpretan el piano y el clarinete que ese cuco que se encuentra en el bosque.
10.
No me he olvidado del título, solamente quería que lo escucharais antes, sin referencias. Si lo habéis hecho, habéis tenido el placer de escuchar uno de los solos de flauta más conocidos y respetados por los flautas. No es nada fácil, se necesita una importante técnica para hacerlo. Pero, rollos a parte, ¿qué animal hemos escuchado? Exacto, pájaros. Un pájaro voluble gorjeando sobre el fondo de los pianos y la cuerda. Genial la imagen conseguida. Se me olvidaba, el título: la pajarera.
11. Pianistas.
¿Pero es que son animales? Parece que sí y también parece que la opinión que tenía Saint Saëns sobre ellos no era especialmente buena. Un dato que no os he contado y que probablemente tenga mucho que ver con esta imagen de los pianistas. Saint Saëns fue todo un niño prodigio, empezó a tocar su instrumento con tan solo dos añitos y a los once ya daba conciertos en la prestigiosísima sala Pleyel. ¿Os imagináis que instrumento tocaba? Exacto, el piano.
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Para Saint Saëns los pianistas eran verdaderos animales turbulentos y en esta pieza «imitan la interpretación de un debutante y su torpeza». Y ¿qué hemos escuchado? Pues otra vez escalas, lo que más les gusta a los pianistas pero en este caso en dobles terceras con notas equivocadas, «notas falsas» sobre una cuerda que se enfada, se irrita y gruñe por el insoportable dúo que les están haciendo escuchar los pianistas.
12. Fósiles.
En esta pieza vuelve a citar o a fosilizar si seguimos el título música ya compuesta. Pero no lo hace sólo con las obras de otros -que también, pues tenemos cita de melodías populares e incluso del aria de Rosina en El Barbero de Sevilla de Rosini– sino con una obra propia, La danza Macabra en la que se fosiliza a sí mismo con mucha gracia. Hablaremos de esta obra porque aunque no fue escrita para niños, cuando se la cuentas, les encanta. Os dejo las dos haber si encontráis la cita.
13. El Cisne.
Según Saint Saëns esta pieza es una gran «tontería» para los violonchelista una de las piezas más «maravillosas» dentro de su repertorio. El resultado un violoncello que canta, para algo se dice que es el instrumento más cercano a la voz humana, pero de una manera lánguida e incluso patética, podríamos decir. Todo ello sobre una armonía vaporosa de los pianos que al final para algunos representa la muerte del cisne y para Sains Saëns los violonchelistas que nos duermen. Que a nadie le siente mal, yo en mi juventud era violonchelista.
14. Finale.
Al final, el gran circo en el que encontraremos una especie de desfile general con las imágenes sonoras de la inmensa mayoría de los animales. Os invito a buscarlas.
Hasta aquí este Carnaval de los animales. Fantasía zoológica de Camille Sain Saëns.