MÚSICA CLÁSICA PARA NIÑOS: Pompa y circunstancia nº 1 de E. Elgar
40 obras de música clásica que todo niño debería conocer | MÚSICA CLÁSICA PARA NIÑOS | Obras de música clásica que todo niño debería conocer | Pompa y circunstancia | Pompa y circunstancia de ElgarTras nuestros especiales de Halloween, volvemos a nuestra programación habitual, esa que comenzamos allá por el mes de septiembre con el objetivo de acercar algunas de las obras más famosas de la música clásica a nuestros niñ@s. Hoy le toca el turno a Pompa y circunstancias, nº 1 de Edward Elgar otro de esos «grandes éxitos» de la música clásica reconocible por inmensa mayoría del público con la escucha de apenas unos compases.
Lo primero que me gustaría aclarar es que cuando hablamos de esta obra muchas veces nos olvidamos de que estamos ante una suite orquestal compuesta por cinco números, por cinco marchas militares escritas para orquesta, a lo largo de casi treinta años. ¿Por qué nos olvidamos? Porque la primera de estas marchas es tan conocida y ha tenido tanto éxito que ha eclipsado al resto.
CONTEXTUALIZAMOS
Como ya os he dicho se trata de cinco marchas escritas a los largo de treinta años (1901-1930) y el orden de interpretación dentro de la suite orquestal mantiene el criterio cronológico. Así la primera que fue escrita, fue precisamente la nº 1 y el éxito que tuvo fue tan grande que, no sólo llevaría a Edwar Elgar a escribir otras cuatro e incluso los esbozos de una sexta inacabada, sino que un año más tarde, en 1902, sería adaptada, a petición o al menos con la aprobación del propio Eduardo VII, para un concierto que iba a tener lugar en la Royal Opera House con motivo de su coronación incorporando el texto Oda a la coronación de A. C. Benson.
En un principio, todo el mundo pensaba que la sugerencia de incluir un texto no iba a ser muy del agrado de Edward Elgar y que tal vez incluso lo rechazaría. Pero no fue así y la contralto Clara Butt lo convenció de adaptar las palabras de Benson al extenso tema que forma el trío de la primera marcha. Para tan fin Elgar pidió al poeta que ampliara el texto. El resultado fue Land of Hope y Glory, que forma el final de la oda y que se publicó, con leves variaciones de letra, como una canción separada cuando los editores se dieron cuenta del gran potencial que tenía la pieza como canción autónoma. Sobra decir que se hizo tan, tan popular que se ha convertido en todo un himno «no oficial» para los ingleses.
Aunque no es este el único uso que se le ha dado a esta marcha. En EE.UU. es conocida como la Marcha de graduación, os imagináis el motivo ¿no? Exacto, tan simple como que suele ser la música que se interpreta en las ceremonias de graduación.
Creo que tras esta contextualización debemos escucharla.
Como os habréis dado cuenta la versión que he elegido pertenece a la Última noche de los Proms. Y la elección no es aleatoria. Los Proms son un ciclo de conciertos que suelen tener lugar entre julio y septiembre, fundados por el empresario Robert Newman y el director de orquesta Henry J. Wood en 1895. Si bien al principio la sala en la que tenían lugar Los proms era el Queen’s Hall a partir de la destrucción de este auditorio en la Segunda Guerra Mundial por un bombardeo, el ciclo se desplazó al Royal Albert Hall de Londres, auditorio en el que continúan.
La Marcha nº 1 Pompa y circunstancia se estreno en 1901, dirigida por Henry J. Wood, dentro de este ciclo y el éxito fue tan arrollador que como relata el propio Wood tras la interpretación de esta obra sucedió algo impensable y sin precedentes para el público estirado de la época:
La gente se levantó y gritó […] la primera y única vez en la historia que se le concedió un bis doble en los conciertos Promenade a un pieza de orquesta.
Un éxito que continúa. En el concierto que cierra el ciclo -un concierto bastante peculiar, todo hay que decirlo, que se retransmite por la BBC y que se conoce como La Última noche de los Proms– en la segunda parte se interpretan una serie de piezas patrióticas y muy populares para los ingleses. ¿Os imagináis con cuál comienza la secuencia? Exactamente, siempre con la Marcha de Pompa y Circunstancias nº 1 de Edward Elgar. Lo que acabáis de escuchar era la interpretación que tuvo lugar en esa Última noche de los Proms en el año 2009.
ANALIZAMOS y damos HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR LA OBRA
Como siempre esta parte en la que os analizo la pieza y os doy alguna herramienta, alguna pauta para que la podáis utilizar cuando escuchéis la música con los más pequeños, la podría afrontar de muchas maneras. Hoy vamos a comenzar hablando de forma.
Por forma musical podemos entender varias cosas pero a lo que yo hoy me voy a referir es a la manera en que el compositor organiza y estructura una pieza musical, la manera en la que el compositor presenta los distintos temas e ideas musicales que integran la obra.
Tenemos dos principios básicos para poder crear grandes estructuras de música: uno es la repetición del material, yo repito la misma idea, el mismo tema o la misma sección y el otro es el contraste, como hacer todo el rato lo mismo puede ser aburrido yo presento algo que no tiene nada que ver con lo anterior.
Piet Mondrian
Partiendo de estos dos recursos básicos podemos decir que en música las secciones están relacionadas las unas con las otras de diferentes maneras: como imitación exacta (repito exactamente lo mismo); como variación (varío ligeramente lo que he tocado); como desarrollo (tomo la idea y la hago evolucionar) y por supuesto como contraste (la sección que presento no tiene nada que ver con la anterior).
La llave, de Jackson Pollock
Pues bien lo primero que vamos a hacer es intentar que los chavales escuchen cómo son las secciones de esta obra y ya os avanzo que tenemos dos secciones absolutamente contrastadas para poder trabajar. La primera, con la que comienza la obra, es una música muy dinámica, muy rítmica y con toda la pompa y circunstancia que requiere. Del video que os pongo a continuación les haría escuchar solamente del segundo 0’15 al 0’56 ¿Por qué me preguntaréis? Pues porque a partir de este momento vuelven a tocar por segunda vez lo mismo y esto lo debemos descubrir después. En este momento solamente escuchar el tema.
Una vez escuchada me deben hablar sobre ella, me deben decir si les parece una música rítmica, si les parece una música de desfile, si podrían seguir el ritmo con sus brazos, si es alegre… lo que se os ocurra. Lo realmente importante es que les quede una idea en la cabeza de cómo puede recordar esta sección. Una vez escuchada les diréis que la identifiquen con un color, para mi sería roja, pero pueden elegir el que quieran.
Mark Rothko
Identificada la primera idea toca presentar la segunda que es ese trío al que antes hacíamos mención (empieza en el min 2’05). Una parte central totalmente contrastante, mucho más melódica de un lirismo amplio y generoso. Yo se la pondría directamente y otra vez, sin haberles explicado nada sobre ella, les pediría que me hablaran de la música, de lo que les sugiere, de si la bailarían igual que la otra que hemos escuchado, de cómo la bailarían… todo lo que se os ocurra seguro que está bien. El objetivo es que se den cuenta de que son dos ideas antagónicas que en una escucha posterior tendrán que buscar.
Se me olvidaba, a esta segunda sección también debemos ponerle un color, hoy le ponemos azul. Realmente, en los análisis de música a las secciones les ponemos letras y solemos seguir el orden del abecedario. Así la primera idea que hemos escuchado, la primera sección le hubiésemos llamado A y esta segunda idea mucho más lírica sería B. Vosotros decidís que es mejor para vuestro público, pero yo creo que si son pequeños, es mucho más bonito trabajar con colores, lo primero porque las asociaciones que ellos establecen normalmente tienen toda una lógica, pero también porque cuando en una última escucha les hagamos pintar el color cada vez que reconozcan las secciones (todo un musicograma en potencia) el resultado será visualmente mucho más bonito.
Danza Húngara de Ernst Ludwig Kirchner
Ahora si presentadas las dos ideas se trata de quelas busquemos y que las reconozcamos. Como siempre, si tenéis varios niños los dividís en dos grupos, cada grupo se hace responsable de una de las ideas y cuando la escuchen tienen que hacer una acción. La que os parezca. Si sólo estáis con vuestro hijo, pues ningún problema, será él el responsable de hacer diferentes acciones en función de lo que escuche. Cuando hablo de acción puede ser cualquier cosa, un baile que preparéis, tocarse la nariz cuando aparezca, seguir el ritmo con las manos…
Y al final pintamos. Le podéis dar una hoja con cuatro rectángulos para que ellos os pinten en el orden que aparecen las secciones o lo pueden hacer ellos todo. Lo que os parezca.
Supremus, nº 58 de Kasimir Malévitch.
La idea que les debe quedar es que tras unos compases de introducción, esto se lo decís vosotros, primero escuchamos varias veces, en este momento no nos importa cuántas la música roja, lo que sería la sección A, después viene la sección azul el B, y luego vuelve otra vez la A. Para acabar con un poquitito de B (realmente lo deberíamos entender como una coda, pero da igual).
Lo que es importante es que hayan escuchado que la forma de esta pieza viene de cómo Elgar fue colocando las dos ideas musicales que creó para la ocasión: la primera dinámica y rítmica y la segunda melódica y lírica. Ya llegará el momento de que reconozcamos formas binarias y ternarias, pero no ahora. Al oído hay que educarlo y se hace desde la escucha y el reconocimiento de lo que en ocasiones parece más obvio.
Por supuesto el siguiente paso sería reconocer las variaciones de la idea que aparecen en la música, pero esto lo veremos otro día.
El que haya puesto por ahí arriba a unos animales corriendo, no es una casualidad, sino una manera de recordar que esta partitura también fue utilizada por Disney en Fantasía y lo hizo contándonos la historia del Arca de Noe. Pinchando aquí podéis ver el video.
Si os ha gustado y queréis conocer el resto de obras que hemos analizado y comentado en nuestra sección Música para niños pinchad en los siguientes enlaces